Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

lunes, 16 de octubre de 2017

Peregrinación a Tierra Santa 2018


Peregrinación a Tierra Santa del 2 al 10 de junio de 2018. Con la animación espiritual de los padres carmelitas descalzos Ariadys Pascual (de República Dominicana) y Eduardo Sanz (de España).

Un año más, estamos preparando una peregrinación a la tierra de Jesús y de María, a los orígenes de nuestra fe. Mientras se acerca la fecha, cantamos: “¡Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor. Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén!” (Salmo 122,1-2).

La peregrinación a Tierra Santa es un viaje especial, distinto de todos los demás. Numerosos cristianos la han realizado desde los tiempos apostólicos: el mártir san Justino, san Francisco de Asís, san Ignacio de Loyola, el beato Carlos de Foucauld, los papas Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Este viaje marca la vida de los que acuden con las disposiciones correctas.

Cada uno de los santuarios de Palestina es un recordatorio perenne de la Buena Noticia de Jesucristo. Sus seguidores hemos levantado templos en los lugares relacionados con su vida y ministerio. Los enemigos del cristianismo los han destruido numerosas veces y cada vez han renacido de sus cenizas, hasta el presente.

Somos conscientes de que el paso de los siglos ha cambiado la fisonomía de los edificios y de las ciudades. Ciertamente, ni la carpintería de san José, ni el Gólgota, ni el Santo Sepulcro se conservan hoy como eran hace 2000 años. 

Pero recorrer los caminos que anduvieron Jesús y sus discípulos (aunque ellos fueran andando y nosotros nos desplacemos en autobús), orar junto al lago de Genesaret, renovar nuestro bautismo en las aguas del río Jordán, desplazarnos por la geografía de la Tierra Santa y leer los textos de los evangelios en los lugares donde sucedieron los acontecimientos que nos narran, nos ayuda a comprenderlos mejor y a fortalecer nuestra fe y nuestra esperanza.

Es verdad que Jesús no se quedó encerrado en el sepulcro de Jerusalén y que hoy podemos encontrarle en cualquier sitio, ya que donde dos o más se reúnen en su nombre, allí está él (cf. Mt 18,20), pero visitar los lugares donde él vivió nos llena de gozo y renueva nuestro espíritu.

Recordemos que se trata de una peregrinación, por lo que todos los días celebraremos la misa y tendremos momentos de oración y de formación bíblica. También disfrutaremos de la convivencia, de las comidas típicas y de otras cosas, pero lo más importante será la vivencia profunda de la fe en compañía de otros creyentes.

La gente queda muy satisfecha de los hoteles y residencias religiosas, de las comidas y de los lugares visitados, aunque siempre puede haber alguna incomodidad y algún roce, que se superan con buena voluntad. Cuando uno sale de su casa debe saber que quizás no encontrará el tipo de pan al que está acostumbrado, o la bebida que le gusta, o la marca de edulcorante que le sabe mejor o no se podrá sentar en el lugar del autobús que desea… Pero estas cosas son secundarias si recordamos que estamos en una PEREGRINACIÓN y no en un viaje de turismo cualquiera. Cada uno tiene que poner algo de su parte para que todo se desarrolle bien. Por eso, es importante que hablemos con todos, que nos ayudemos unos a otros, que cambiemos de compañeros en las mesas a la hora de comer y de asiento en el autobús…

Hay personas que tienen miedo a viajar a Medio Oriente, por las noticias de violencia que salen continuamente en las televisiones, pero quienes hemos visitado Israel en otras ocasiones podemos testimoniar que (hasta ahora) nunca le ha sucedido nada grave a ningún peregrino. Cada año miles de personas siguen visitando los lugares santos sin problemas.

Es verdad que siempre puede haber una primera vez, pero ciudades como Nueva York, Boston, Londres, París, Madrid y Barcelona han sufrido atentados en los últimos años y no por eso dejamos de visitarlas. Por desgracia, hay inseguridad en el mundo entero. Lo que está claro es que los peregrinos a Israel no están teniendo más problemas que los habitantes de cualquier otra ciudad del mundo.

Hoy no se puede estar totalmente seguro ni en la propia casa, pero no por eso debemos aislarnos. Sí que hay que ser prudente para no visitar lugares especialmente peligrosos, pero nosotros no tenemos ninguna intención de visitar Gaza, ni mucho menos Libia o Irak.

En estas fechas las temperaturas son altas en Israel, especialmente en la zona del lago de Galilea y río Jordán. Es bueno llevar calzado cómodo (nada de zapatos de tacón), gafas de sol y ropa ligera (como camisetas de algodón, que se lavan y secan fácil). Por favor, no se carguen de maletones con cosas que no van a usar. No hace falta ropa elegante para ningún acto y es bueno no llevar joyas que se pueden perder o estropear. 

Recuerden que si llevan cortaúñas, jabones, cremas o perfumes y cosas similares, deben meterlo todo en la valija de la bodega (de unos 20 Kg), no en la de mano (hasta 10 Kg).

En los santuarios no se puede entrar con pantalón corto (a no ser que cubra las rodillas) ni enseñando las espaldas (basta con que las camisetas, blusas o camisas sean de manga corta, lo que no admiten son las de tirantes). Para las mujeres viene bien un pañuelo grande, para colocarlo sobre las espaldas si van descubiertas cuando visitemos el muro de las lamentaciones o las basílicas. 

Las farmacias de Israel tienen de casi todo, pero es bueno llevar los medicamentos que se sabe que se necesitan y algún protector solar. La moneda de Israel es el schekel, pero en casi todos los sitios admiten euros y dólares. En los negocios, también admiten todas las grandes tarjetas de crédito. 

Ya he organizado muchas peregrinaciones a Tierra Santa. Cada año repetimos algunas visitas obligadas, como Nazaret, Belén y Jerusalén, y cambiamos otros lugares. Este es el programa del viaje para el año 2018:

Sábado 2 de junio. Encuentro en la T4 del aeropuerto de Madrid a las 7,30 de la mañana. Vuelo de Madrid a Tel Aviv con Iberia. Salida a las 10,35 y llegada a las 16,20. Desplazamiento a Haifa: Misa, cena y alojamiento en el monasterio Stella Maris, el famoso santuario de la Virgen del Carmen, casa madre de toda la familia carmelitana. 

Domingo 3. Visita al Mu-Hra-Ka (lugar del sacrificio de Elías, en la ladera oriental del Monte Carmelo) y a la ciudad de Haifa. Misa, cena y alojamiento en el monasterio Stella Maris de Haifa.

Lunes 4. Visita a Nazaret (iglesia de las carmelitas descalzas y basílicas de la anunciación y de san José) y Caná de Galilea (con renovación de las promesas matrimoniales). Almuerzo en Nazaret. Misa, cena y alojamiento en el monasterio Stella Maris de Haifa.

Martes 5. Visita al lago de Galilea: basílica de las Bienaventuranzas, Tagba (lugar de la multiplicación de los panes y los peces), Cafarnaún, iglesia del primado de Pedro, paseo en barco por el lago. Misa, cena y alojamiento en las Bienaventuranzas.

Miércoles 6. Misa y desayuno en las Bienaventuranzas. Desplazamiento por el valle del río Jordán con parada en el lugar del bautismo del Señor ("Betania del otro lado del Jordán"). Visita al monasterio de las carmelitas descalzas de Belén, construido sobre la cueva en la que David fue ungido como rey, que conserva las reliquias y el museo de santa Mariam Bawardy. Cena y alojamiento en los franciscanos de Belén, junto a la basílica de la Natividad. 

Jueves 7. Misa en la basílica de la Natividad. Visita a la gruta de la leche (hogar de la Sagrada familia en Belén) y a Ein Karem (lugar de la visitación de María a Isabel y del nacimiento de Juan Bautista). Cena y alojamiento en Jerusalén.

Viernes 8. Via Crucis y visita al Santo Sepulcro y a la ciudad vieja. Alojamiento en el hotel Olive Tree, el más popular de Jerusalén, con unos buffets en los desayunos que no se pueden olvidar.

Sábado 9. Día completo en Jerusalén. Mañana: visita a los santuarios del Huerto de los Olivos. Tarde: visita a los santuarios del Monte Sión. Alojamiento en el hotel Olive Tree.

Domingo 10. Viaje de Tel Aviv a Madrid.

Quienes estén interesados pueden ponerse en contacto con Abel Roig, de la agencia de viajes Arpa de Valencia (España).

http://www.viajesarpa.es
E-MAIL: aroig@viajesarpa.es
TEL. FIJO: +34.963130270
CELULAR: +34.639636521

Los pasaportes deben estar en vigor, sin que caduque antes de febrero de 2019. Los que necesitan visado para entrar en Israel, deben pedirlo con tiempo (los europeos no lo necesitan). ¡Atención! Para entrar en Israel no se deben tener visados o sellos de entrada o salida de países musulmanes (excepto Jordania y Egipto). Si alguien tiene sellos de otro país musulmán en el pasaporte, es mejor que se haga uno nuevo. Explicando el motivo, en las oficinas de pasaportes no hacen problema.

Hay que enviar el pasaporte escaneado a la agencia para que pueda hacer los billetes de avión.

En el precio están incluidos los desplazamientos (también las tasas de aeropuertos), alojamiento en habitación doble con baño completo (si alguien quiere habitación individual tiene que avisar a la agencia y pagar un suplemento), tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y cena), entradas a los lugares arqueológicos y monumentos, libro de oraciones, seguro de viaje y seguro médico.

Algunos peregrinos continuarán su visita desplazándose desde Tel Aviv a Roma, donde permanecerán otros 5 días. El 15 de junio regresarán a Madrid. Si alguien está interesado en incluir esta segunda parte del viaje, tiene que avisar a la agencia.

Quienes vienen de fuera de España, si quieren que la agencia se ocupe de sus billetes de avión, deben especificarlo. También si quieren quedarse unos días más en España antes o después de la peregrinación, así como el aeropuerto de salida y llegada en su país. Tengan en cuenta que, cuanto más avanzan las fechas, más cuestan los billetes de avión.

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