Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 17 de febrero de 2021

Miércoles de Ceniza. Oportunidad de gracia


En la primera lectura de la misa de hoy, el profeta Joel nos invita a tocar la trompeta para convocar al pueblo, para reunir a los ancianos, a los recién casados, a los jóvenes e incluso a los niños de pecho, para que todos juntos invoquen al Señor y supliquen su misericordia.

La invitación es para todos, como también recuerda san Pablo en la segunda lectura: "En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. No desperdicien esta oportunidad, porque hoy es el día de la gracia, ahora es el tiempo de la salvación".

Santa Teresa de Jesús decía: "Antes me cansé yo de ofender al Señor, que él de perdonarme". Y el papa Francisco repite siempre que "Dios no se cansa de perdonar".

Hermanos, no dejemos pasar la ocasión. No digamos como el poeta: "Mañana le abriremos, respondía, para lo mismo responder mañana". Abramos el corazón a Cristo, pidámosle perdón por nuestras faltas, recibamos su amor con agradecimiento, aprovechemos esta nueva oportunidad que se nos ofrece.

Tenemos por delante una Cuaresma, lo que supone 40 días de gracia para convertir nuestros corazones practicando obras de piedad y de misericordia. Si lo pensamos bien, desde hoy hasta el domingo de Pascua son exactamente 46 días, ya que en la antigüedad no se consideraban los domingos como días penitenciales, por lo que la Cuaresma consta de 40 días de esfuerzo y trabajo más seis domingos.

Recordemos que la ceniza que usamos hoy en la iglesia proviene de la quema de los ramos y palmas que se usaron el Domingo de Ramos del año anterior para aclamar a Cristo como rey. 

Los ramos convertidos en ceniza denuncian que hasta nuestros mejores deseos se quedan muchas veces solo en palabras, en propósitos que no se materializan, en polvo y ceniza.

Señor Jesús, soy consciente de que tu amor y tu gracia son gratuitos. No puedo hacer nada para merecerlos. Te doy las gracias con todo el corazón y te confieso que te amo. No tanto como debiera, no tanto como tú te mereces. Pero te amo y deseo amarte cada día más intensamente. Perdona todas mis faltas y ayúdame a crecer en la amistad contigo todos los días de mi vida. Amén.

También te pido por todas las personas que has puesto en mi camino a lo largo de los años. Aquellas cuyos nombres y rostros conservo en el corazón y aquellas que he olvidado. Que esta Cuaresma sea un tiempo de gracia para todos. Que puedan hacer experiencia de tu ternura, que tu bendición los cubra. Amén.

De manera especial te ruego por todos los que leen este blog, los que conozco y los que no, los que dejan sus comentarios y los que no, los que me aprecian y los que no. Ten misericordia de todos. Convierte nuestros corazones y danos tu paz. Amén.

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